miércoles, 28 de diciembre de 2016

Soy lo que quiero ser

La única vez que me hicieron cagar en mi vida, fue mi madre por una buena razón en el cuarto de hotel de nuestras vacaciones cuando tenía tres años. Siempre cuento esta anécdota, sobre todo mi padre por que casi los meten en cana, lo que ocurrió fue esto:

Como todos los años nos fuimos a Carlos paz, Cordoba, Argentina y tradicionalmente pasamos un día en Cordoba capital. Mi padre llevo lo justo para la comida y unos paseos pero se les ocurrió, como cierre de la jornada, llevarme a "la casa de Barbie". Yo sólo se por mi madre que era una casa comercial de 2 pisos con todo el merchardising de Barbie. En ese momento yo tenía 3 años y era la primera y única hija hasta ese momento y era re malcriada por toda una familia muy numerosa, yo decía quiero y me lo daban ¿pero en qué cabeza cabe? Yo hoy me pregunto, en qué estaban pensando mis padres al llevarme sin dinero a un lugar que era lo más para mi, a un niño que no entiende que no siempre puedes llevarte lo que quieras. En resumidas cuentas armé tal espectáculo, desde que salí del local hasta la plaza publica, por que no me pude llevar una Barbie que duerme, que los policías pensaban que mis padres me estaban maltratando.

Luego de esa buena cagada me supe comportar mejor pero nunca me dejó de gustar Barbie y las únicas muñecas que tuve conmigo fueron de esa marca, en la salud la enfermedad, pobresa o riqueza. Hoy conservo solo 3: una de 1998 otra de los 2000 y la última una bailarina de ballet que mi hermana me regaló para mi cumpleaños de 15, las 3 rubias y yo soy morocha. Yo jamás en la vida vi a Barbie y después me vi en el espejo y sufría por no ser alta rubia de ojos azules, o me acomplejé de mi cuerpo. Tampoco me pasó que quise ser como los dibujos animados que veía en la tele con enormes ojos de todos los colores o renegué de que mi piel no era tan oscura como la de Naomi Cambel.

Yo no sé en donde comenzó la época de los complejos o mejor dicho, cuándo fue que comenzaron a estar en boca de todos pero no para que hubiera una conciencia y ver qué hacer con eso, sino que ya pasando a hacerlo un espectáculo y problematizarlo. Actualmente estoy segura que existe dos modas en redes sociales; la de "me hago la victima" o "pasivo agresivo" y no sé si es realmente necesario. No sé si es realmente necesario eso, o las protestas a Barbie, las princesas de disney, los concursos de belleza y las modelos de la Victoria Secret; cuando en el mundo hay países donde ser mujer es condenable, donde aún somos propiedades de nuestros padres o de nuestras parejas, donde yo no puedo volver del trabajo caminando si tengo puesto un vestido o una pollera y así muchas chicas más.

Barbie es un juguete que fue modelado así y la gente lo compra; no compren más y verán como se mueven en pensar cómo convencerlos de volverlos a comprar, no haciendo tops y defenestrando la imagen de un juguete. Lo mismo con los concursos de belleza, cuestionables pero aún así se anotan para participar sin pedir cambio ni elegir distinto; y que quede asentado que me gustaría un concurso de varones de la misma magnitud. Yo amo los desfiles de Victoria Secret, el laburo que se mandan en ese espectáculo! Disculpame si quieres estar en la pasarela y justo no cumples con la imagen corportativa que tienen; haz tu propio espectáculo de ropa interior y lo seguro es que las flacas de la otra marca serán desplazadas. Las princesas de disney si son bastante cuestionables, media pila ahí, pero todo está en la enseñanza. Mi madre se le planto a la maestra de jardin de mi hermana por que no la dejaban jugar con los autitos, mi abuela me dice que no es importante que me case si no quiero, mi abuelo me enseñó muchas cosas que se les enseñan a los hijos varones primogénitos y que yo recién me doy cuenta que lo hizo, eso es hacer algo. Lo malo es que aún mis primos me preguntan "por qué tienes juguetes de varón? si sos chica" "por qué no te has casado y tienes hijos?" "por qué te gustan los dibujos para varones?" y yo siempre en esos momento miro a mi prima a los ojos y les respondo a sus hijos "no existen tales cosas de varón o de mujer" y aveces agrego "quieres que nos pintemos las uñas?"