lunes, 24 de febrero de 2014

Cosas de la vida

Hace mucho que no escribo, aunque aveces me hace falta. Una tiene que escribir al menos 15 minutos de algo todos los días sino se pierde la costumbre y yo soy de esas que la pierde en 5 minutos.

Son las 2am, yo mañana tengo que levantarme temprano y seguir estudiando, pero no podía dejar de hacer esto. Quería escribir esto, de alguna manera quiero hacer entender este pensamiento, este sentimiento que tengo en el pecho y se cae en las lágrimas por mi rostro.

Yo jamás he sido una niña que de chica dijera "quiero ser tal cosa" como una amiga mía, ella siempre supo que quería ser arquitecta, hoy ella es feliz estudiando la carrera a punto de terminar. Yo a los 12 años me di cuenta que en lo único que era yo, que sabía hacer sin que me enseñaran, sin que me equivocara, es dibujar. Decidí que quería hacer eso, pero antes era muy... testaruda. Quería hacerlo pero no quería que me enseñaran en una escuela de arte, por ejemplo,  y no quería ser sólo eso.

En mi vida conocí 2 chicas, que uno cuando las ve dice "el lugar de esta chica está encima del escenario" bailando, cantando, actuando. Esa seguridad de que si no vivieran ahí no serían ellas, no vivirían, no serían felices.

Una de ellas, no sé por qué pero decidió hacer otra cosa y no vivir ahí. Hoy no sé dónde está o qué hace pero no está encima o detrás de un escenario. De vez en cuando pienso en ella y me digo: "la pucha! por qué?"

La segunda chica es menor que yo, es mi maestra de ballet. La danza es su vida y lo sabe. Comencé a ir a sus clases por que ella me invitó y cuando me dijo que iría al profesorado de danza me sentí tan feliz que la abracé lo más fuerte que pude. Fue la noticia que se potenció la semana pasada cuando me dijo que seguía en eso, que le habían llamado de un lugar importante y un montón de cosas hermosas. Estoy en éxtasis y le doy gracias a Dios por la oportunidad.

Ese sentimiento es lo que me lleva a escribir esto, por que me surgió nuevamente después de ver un documental sobre los Oscars. No por el premio en sí, sino por escuchar a las personas que hacen películas hablar de ello. Lloré desde el primer momento por que me sentía identificada con cada palabra que decían sobre hacer películas.

La vida me llevó a descubrir que esto también soy yo. Amo las películas, amo verlas y hacerlas. Amo mi trabajo. Desde lo más chico a lo más grande.

En la parada de colectivo junto a mi maestra de ballet le dije, no sé por qué, yo creo que es Dios

"Por los chicos no te preocupes, vos concéntrate en tu trabajo. Hacer lo que amas es amarte a ti misma y es lo más maravilloso que puedes hacer. Nunca te pesará y siempre le pondrás entusiasmo, además serás una persona feliz. La persona que te ame de verdad te amará por ello, por tu amor, por tu pasión. Lo sé. De esa manera no es que serás feliz por estar con esa persona sino que compartirás tu felicidad y ambos serán más felices. Se puede ser más feliz de lo que se es ya"

El año pasado gracias a un grande me di cuenta de que estaba dejando medio olvidado una parte de mi, el dibujo. Me dije "qué estas haciendo? Deberías dibujar todos los días algo!!" y no es que no soy feliz trabajando en la productora, siendo quién soy o quién quiero ser. Pero simplemente puedo ser mas feliz de lo que soy ahora. Aunque me cueste un poco sé que puedo.

El mundo necesita más personas que amen lo que hagan